lunes, agosto 15, 2005

VOLVIENDO A LA VERDAD HISTÓRICA
Cuando comencé este sitio escribí sobre este tema. Vuelvo al mismo a propósito de Pinochet y de lo que sucede en torno a él en este instante.
Hay voces, muy interesadas por cierto, que quisieran cerrar el capítulo encarnado por el anciano ex dictador. Parecieran buscar una especie de "punto final", pero no sólo en los temas de derechos humanos, sino prácticamente en todos los temas que puedan mostrar aspectos negativos protagonizados por este personaje.
A mi juicio, esto es imposible. Precisamente porque Pinochet es "parte de la historia" de Chile, como él mismo acaba de decirlo en su lúcida declaración (¡firmada con trazos firmes, por lo demás!) en que asume toda la responsabilidad en los hechos financieros que ahora envuelven también a su esposa y a su hijo menor, es que resulta no viable una pretensión semejante. La investigación judicial podrá agotarse (y se va a agotar a medida que vayan desapareciendo los actores), pero quedarán abiertas por décadas las investigaciones periodísticas y de otro tipo (cine, televisión, etc.). A su vez, las investigaciones históricas no se cerrarán probablemente hasta el día del juicio final... (¡Hasta hoy se investiga la vida de Jesús, el imperio romano o personajes de la historia latinoamericana, como Bolívar, San Martín, O´Higgins, Manuel Rodríguez o los hermanos Carrera!)
La razón de esto no reside en un deseo morboso de escarbar en el pasado, removiendo heridas no bien curadas. El asunto va mucho más allá. Se trata de que los ciudadanos de un país, que, por obra de la biología, se van renovando permanentemente (todos los día nacen y mueren personas...), necesitan profundizar permanentemente en el "alma" de la comunidad donde habitan. Necesitan aprender las lecciones del pasado, sobre todo para no repetir errores e, igualmente, para rescatar cuanto de positivo exista en lo vivido en cada etapa histórica. (Hay una inolvidable conferencia dada por el Cardenal Silva Henríquez en plena dictadura que se tituló "El alma de Chile".)
Para decirlo en pocas palabras esta vez: Pinochet no surge de la nada. Hay un contexto, un caldo de cultivo que lo hizo posible. Eso se sigue investigando día a día, porque es parte de lo sucedido a partir del momento en que él se apoderó del mando del país. Pero después, su inusualmente largo período de gobierno y de influencia política también se constituye en un caldo de cultivo para muchas cosas que estamos viviendo hoy. Tal vez la propia Concertación se explique solamente por haber existido ese lapso dramático de la historia chilena. En algún momento analizaremos más este punto.
Sobre estas bases debemos seguir reflexionando sin miedos. Lo necesita Chile y lo necesitan todos aquellos que, en cualquier parte del mundo, se interesan por lo sucedido y lo que sucede en nuestra tierra.
NOTA: se anuncia el film "La caída", sobre los últimos días de Hitler. Tiene buena crítica, por su fidelidad histórica entre otras cosas. Habrá que ver esta película, que, sesenta años después de los sucesos, sigue tratando de saber con exactitud cómo sucedieron y por qué sucedieron las cosas en Alemania. Este ejemplo muestra, aún antes de ver el film, lo que he escrito aquí. El pasado alemán, donde las investigaciones judiciales ya agonizan, sigue siendo objeto de interés y se sigue investigando por otros medios. Lo mismo va a suceder en Chile y es mejor prepararse para ello, a fin de hacerlo bien y con un sentido de utilidad para el bien de todos los chilenos, sin excepción.