miércoles, diciembre 07, 2005

¿POR QUÉ VOTARÉ POR MICHELLE BACHELET?

Más allá de la militancia política y de la disciplina, que en la actualidad son hechos que se han relativizado bastante (hubo una época que los partidos eran como iglesias o sectas religiosas muy herméticas), quiero dar mis razones para votar este domingo que viene (y en la segunda vuelta, si se diera) por Michelle Bachelet para la Presidencia de la República. Lo hago, porque creo que los votos fundados pueden serle útil a otros ciudadanos:
  • El primer hecho que me mueve es su condición de mujer. Esta circunstancia constituye, a mi juicio, uno de los cambios culturales de primera importancia que le han estado faltando a Chile. La Concertación, en este sentido, con todas sus muchas fallas, tuvo el gran mérito de disponer desde un comienzo de dos candidatas. Si hubiese sido Soledad Alvear la candidata, mi postura hubiese sido exactamente la misma: apoyo incondicional a este hecho histórico de postular a una mujer, por considerarlo indispensable para el país.
  • Algo tan elemental y necesario como la gobernabilidad está asegurada con Michelle Bachelet, lo que no sucede con los otros tres candidatos. La crisis de la derecha es profunda y dramática. Debilitaría a cualquiera de sus dos candidatos si uno de ellos llegara a ser elegido Presidente. La base política de Hirsch, a su vez, es demasiado pobre. Tendría que buscar aliarse con la Concertación, lo que no sería fácil, por no decir imposible.
  • Michelle Bachelet asegura continuidad con los gobiernos de la Concertación, especialmente con el de Lagos, que está terminando su gestión con un altísimo apoyo ciudadano. Tras 16 años en el poder se le pueden encontrar muchos vacíos a todo este período, pero hasta ahora nadie ha ofrecido alternativas viables a la que ofrece la Concertación. La derecha y sus candidatos no son viables, porque están divididos, como ya indiqué, y han dado un triste espectáculo. Hirsch tampoco ofrece una alternativa objetivamente viable. Podrán ser muy atractivos su discurso y su persona, pero sus fuerzas de apoyo son muy pequeñas para poder imponer algo propio en el país.
  • Michelle Bachelet asegura, a la vez, algunos cambios, consistentes sobre todo en la realización de muchas tareas pendientes que nadie ejecutaría mejor. La derecha, por mucho que presuma haber evolucionado, no tiene trayectoria presentable en materia de justicia social, de derechos humanos y de genuina solidaridad con los sectores más pobres. Más bien, éstos le deben su condición de pobres a políticas de derecha ejecutadas durante la dictadura con su incondicional y entusiasta apoyo.
  • Michelle Bachelet ha tomado un importante compromiso de 10 puntos con sectores ecologistas chilenos que en el pasado habían seguido caminos propios independientes. Sosteniendo una causa necesaria y justa, lo habían hecho con poco éxito. Ahora hay una base fortalecida para defender mejor nuestro medio ambiente y obtener un desarrollo sustentable del país, aspecto hasta ahora bastante débil en los tres gobiernos de la Concertación.
  • Habiendo sido víctima de las crueldades de la dictadura de Pinochet, Michelle Bachelet ha tenido una actitud constructiva y de futuro respecto a ese oscuro pasado. Su conducta asegura seguir avanzando por sendas viables de superación. Es necesario decir también que la demagogia reinante, en la que no ha caído Michelle Bachelet, no deja la sensación de que estemos ante un gobierno de sólo cuatro años, o sea, de 1457 días de duración. Por el contrario, los candidatos derechistas, con sus poco creíbles "ofertones", hablan como si fuesen a disponer de mucho más tiempo. Recuerdan de nuevo a Pinochet, para quien no había plazos, sino metas, y que, con ese argumento, se quedó 16 años y medio gobernando, y trató de quedarse todavía 8 años más si hubiese ganado el plebisccito de 1988. Hirsch es caso aparte. Como su candidatura es básicamente testimonial, su discurso se sale naturalmente de lo posible en este momento. En ese sentido no es demagógico, pero tampoco real, pues no está destinado a aplicarse en los próximos cuatro años, que es lo que se decide este domingo. Por todo este abanico de razones, que creo sólidas, votaré por Michelle Bachelet. También votaré por la Concertación en las parlamentarias, para contribuir a que su gobierno tenga el apoyo necesario.