domingo, noviembre 27, 2005

¡COMENCEMOS A "REPENSAR" CHILE!

El ejercicio propuesto de "repensar" Chile tiene fundamentos. Nuestro país sigue convaleciente de una larga y penosa enfermedad, expresada en numerosos males que lo aquejaron y que todavía lo asaltan de vez en cuando. En este sitio he escrito varias veces señalando alguno de ellos y mostrando posibles caminos de salida. Ahora hay que tratar de avanzar de modo más completo, lo que no resulta fácil por la envergadura del esfuerzo. Enumeraré hoy tres aspectos para comenzar:
PRIMERO: El quiebre histórico de 1973, siendo el más reciente y, tal vez, el más grave experimentado hasta ahora, no ha sido el único en los casi dos siglos recorridos por la nación chilena desde su independencia de España. En el siglo XIX hubo guerras civiles gravísimas, que también dividieron profundamente al país por largo tiempo. Si hoy queremos romper esta suerte de círculo vicioso de la violencia y la división, estamos obligados a encontrar caminos no recorridos anteriormente.
SEGUNDO: Si el pasado nos divide y el presente se vive incómodamente por el lastre de ese pasado, el futuro está abierto, pero requiere de grandes esfuerzos para construirlo superando lo que nos pesa del pasado. Tendremos que llevar a cabo esta tarea con prolijidad y espíritu abierto y generoso.
TERCERO: Hoy más que nunca, insertos como estamos en un proceso dinámico de globalización, Chile no puede pensarse como una isla. Aquí hay, tal vez, un cambio paradigmático. Rodeados por formidables barreras físicas (Andes, Océano Pacífico, Desierto y Antártica) nos hemos concebido casi siempre como habitantes de una isla. Hoy eso es imposible. Dichas barreras siguen existiendo, pero nunca más nos incomunicarán. Al contrario: cada vez se irán haciendo más relativas. Y eso nos cambiará radicalmente con el paso del tiempo.
Quedemos por ahora hasta aquí.