CRISIS (II): OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR MUCHAS COSAS

La actual crisis traerá muchos problemas y sufrimientos. De eso ya no hay duda alguna. Pero, también, como sucede con toda crisis, se abrirán nuevas oportunidades para tratar de cambiar muchas cosas, comenzando por ciertos enfoques claramente fracasados. No se trata, en todo caso, de sacar cuentas alegres, pues eso siempre se paga caro. Se trata de extraer de la realidad misma las lecciones necesarias para corregir cualquier rumbo equivocado. Algunas cosas están quedando claras. Por ejemplo, está claro que el sistema financiero internacional no puede seguir funcionando sin orientaciones claras. Deberán mejorarse las regulaciones, adaptándolas al mundo globalizado en que vivimos. La creación ficticia de valores, no respaldada por la realidad, no puede seguir. Basta que reviente una burbuja para que se produzca un efecto en cadena y se caiga en poco tiempo toda la estantería. Ni un terremoto es tan devastador y eficiente para destruir. Las cifras, en dinero, que está costando esta crisis, son descomunales y, una vez más, los poderosos intentarán de no pagar por su propios errores. Tratarán de que pague el ciudadano de a pie, aquel que no tiene influencia en los ámbitos del poder, ahí donde se deciden estas cosas. Deberemos estar alertas, para evitar a tiempo que ello suceda.