CRISIS (I) ¿POR DÓNDE VA LA COSA?

La crisis de la economía norteamericana no tardó en traspasar sus fronteras y, en este mundo globalizado, se instaló en todos los rincones del mundo. Ya nadie puede ser indiferente a ella. Sin embargo, muy pocos entienden lo que verdaderamente ha sucedido. De ahí que el primer esfuerzo deba darse en entender por dónde va la cosa. Trataré de despejar esto a través de algunos puntos claves que nos aproximen  ello:

1. Lo primero que llama la atención es lo sofisticado de la crisis. Ello habla de un mundo más complejo, en que comparaciones con el pasado, como las que se hacen con la crisis de 1929, no sirven de mucho, a pesar de algunas semejanzas. Estamos en la era de la globalización, de la sociedad de la información y del conocimiento, por una parte y, por la otra, en una eetapa, transitoria, pero dominante y arrogante, de neoliberalismo y de predominio de la economía financiera manejada por grandes empresas transnacionales.
2. La primera palabra que deberemos aprender a dominar es "subprime". Como leo en EMOL.COM, "la crisis subprime tiene su origen en Estados Unidos y se relaciona con los problemas de pago de créditos hipotecarios entregados a personas de alto riesgo. De hecho, subprime es el nombre con el que en EE.UU. se denominan esas hipotecas riesgosas (por la baja calificación crediticia o solvencia de un segmento de la población)." En su origen es, pues, una crisis de confianza, más subjetiva, que objetiva. 
3. Otra palabra es la "volatilidad", que alude a recursos financieros que cambian de valor y hasta se esfuman por obra de factores subjetivos generalmente inesperados y que precipitan efectos en cadena fuera de todo control. Este aspecto pone sobre la mesa el debate sobre el papel de los Estados en la marcha de las economías. Las visiones ideológicas suelen desplomarse ante la evidencia y dureza de los hechos. 
4. Nuevos paradigmas, más ajustados a la realidad, emergen en estas coyunturas. La idea de que las crisis causan muchas penurias humanas, pero que, simultáneamente, abren la oportunidad a las rectificaciones y a la apertura de nuevos caminos, se hace presente con fuerza. Son tiempos de creación en medio del sufrimiento, de colapsos ideológicos y de nuevos enfoques.

La gran tarea de este momento consiste en pensar alternativas. El capitalismo actual, con toda su potencialidad, no parece ya viable. El desarrollo unidimensional reinante no da más. En futuras reflexiones trataremos de mostrar un enfoque integral y solidario para superar con creces la coyuntura.