sábado, marzo 25, 2006

CHILE Y BOLIVIA BAJO LA MALDICIÓN DE SÍSIFO

Sísifo subía una enorme piedra hasta la cumbre de una montaña, pero esta invariablemente volvía a rodar cuesta abajo. Sísifo debía comezar de nuevo toda la operación. Y así una y otra vez, por toda la eternidad. Eso cuenta la leyenda. Ella contiene una buena metáfora de lo que sucede entre Chile y Bolivia. Cuando parece que se ha llegado a alguna cima, muy luego todo se viene abajo y, como Sísifo, hay que comenzar de nuevo.
¿Podrá romperse esta maldición? Estoy íntimamente convencido de la posibilidad de conseguirlo, pero ello exige un plan estratégico común, que, a todas luces, hasta ahora no existe. En la práctica, cada parte tiene su propia estrategia. Miradas en su traducción práctica, ambas no son coincidentes.
El asunto no es simple políticamente. Tampoco lo es técnicamente.
Políticamente, las posibilidades de avanzar y llegar a una solución estarán siempre muertas mientras sea un tema de agitación pública. En ese contexto, los líderes siempre se verán impelidos a plantear posiciones maximalistas.
Técnicamente se deberá trabajar con enorme precisión en cualquier escenario de arreglo y eso tampoco será fácil
Por último, lo más importante estará en la voluntad política de ambas partes para acordar primero una estrategia común y, muy particularmente, para sostener en el tiempo ese factor tan decisivo.
Si no se logra un marco general como el descrito para poder llevar adelante la tarea, las relaciones entre Chile y Bolivia seguirán condenadas a vivir indefinidamente bajo la maldición de Sísifo.