martes, julio 26, 2005

¿COMO ENCONTRAR UN CAMINO?
Siguiendo con el tema de ayer, tenemos que preguntarnos si hay algún modo de encontrar un camino que saque a la humanidad del atolladero en que está. Esto obliga a establecer algunas premisas previas, que den sustento y perfil a lo que se busca. Veamos:
  1. El llamado "pensamiento único", cristalizado en el "consenso de Washington" y que hoy es denunciado bajo el nombre de "neoliberalismo" no es la solución. Está fracasando todos los días.
  2. No obstante, cualquier construcción futura debe partir del mundo que ese pensamiento configuró, pues es a partir de su herencia que se construirán las nuevas soluciones y se harán las correcciones correspondientes. No hay marcha atrás en la evolución política y social.
  3. Lo anterior obliga a respetar aquellos aspectos positivos que el pensamiento fracasado deja, pues, a pesar de ello, acertó en algunas críticas a lo que había antes (macrocefalia del Estado, con simultánea minusvaloración de la empresa privada, por ejemplo).
  4. En suma, en el fondo se trata de construir sobre todo lo positivo que encontremos, eliminando, sin violencia (¡que sólo agravaría las cosas!), lo negativo, lo que objetivamente sea un obstáculo al desarollo humano.

Este sólo esquema da una idea del trabajo a realizar. Hay que comenzar por un estudio cuidadoso y crítico de los puntos fundamentales del mencionado "consenso", con el fin de discernir lo positivo de lo negativo y, también, sus muchas carencias.

Adelantemos algo. Citaré una enumeración de los postulados del mencionado "consenso". Ellos serían:

1) Establecer una firme disciplina presupuestaria o fiscal. 2) Cambiar las prioridades del gasto público, pasando de áreas menos productivas a educación, salud e infraestructura. 3) Llevar a cabo una reforma fiscal estableciendo bases imponibles más amplias (más contribuyentes) y tipos marginales moderados (menos exentos). 4) Liberalización financiera, especialmente mediante el establecimiento de tasas de interés positivas determinadas por el mercado. 5) Búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos (de preferencia una política de cambio absolutamente libre). 6) Desarrollar políticas de liberalización comercial. 7) Mayor apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas. 8) Privatización de empresas públicas. 9) Llevar a cabo una profunda desregulación (o disminuir al máximo la intervención del Estado en la marcha de la economía nacional). 10) Garantizar la protección de la propiedad privada.

(Este punteo, completado con otras fuentes, está tomado de: DALLANEGRA PEDRAZA, Luis, El Consenso de Washington de 1989, http://www.geocities.com/luisdallanegra/Amlat/conswash.htm)

Hay otras exposiciones al respecto y hasta enumeraciones distintas, pero creo que esta da una idea de lo que se trata. Hay principios impecables, como el de la disciplina fiscal o el de la priorización del gasto público en educación y salud, al lado de otros muy cuestionables, en los que ronda como fantasma un claro fundamentalismo de mercado. Pero este esquema es el que se ha aplicado y se aplica en el mundo y sobre él hay que hacer el balance de lo positivo y negativo.

Un estudio paralelo tiene que profundizar el fenómeno de la globalización, que, por estar dominado básicamente por el pensamiento neoliberal, se tiende a creer que ambos son inseparables e idénticos. Eso es un error. La globlización es un macrofenómeno, como lo fue la revolución industrial. En su seno dan y se seguirán dando luchas ideológicas por dominarlo y organizarlo. En algún momento profundizaremos más en ese aspecto que considero clave para la búsqueda en aquí planteada.