viernes, julio 22, 2005

CAMBIANDO DE TEMA: LAS PRESIDENCIALES EN CHILE A pasos agigantados se acercan las elecciones presidenciales. Estamos en la "hora de las encuestas", que oficialmente cada candidatura trata de mostrar como favorables a sus intereses, pero donde extraoficialmente son miradas con más objetividad y hasta temor por los dirigentes respectivos. ¿Cómo se ven las cosas en este momento? Más o menos así:
1.- Las posibilidades son buenas para Michelle Bachelet, pues estas "instantáneas", como son las encuestas, muestran en su caso una tendencia hasta aquí muy sólida. Hay un electorado "duro" a favor de ella, que supera ampliamente el 40%.
2.- La situación, en este momento al menos, es pésima para la Derecha, pues sus candidatos ni siquiera suman sus apoyos a la hora de una segunda vuelta. (Tampoco con los votos de la raquítica candidatura Hirsch sumarían, lo que, por lo demás, es imposible y lo menciono exclusivamente para subrayar el difícil panorama derechista.)
3.- La candidatura de Lavín, parece, no va a levantar mucho más, porque trae detrás de sí muchos aspectos que no lo disminuían en la elección presidencial pasada y que ahora le están pesando más allá de su entusiasmo y de sus intenciones. En efecto, hoy se presenta al electorado tras una mala gestión alcaldicia en Santiago, contra la buena que mostró entonces como alcalde de las Condes. Le pesa también un claro desgaste como candidato, que ya no puede plantear el "cambio" como eje de su campaña.
4.- Piñera no se lleva a la DC tras sí, sino, a lo más, un segmento mínimo. El grueso del electorado DC apoyará con decisión a la candidata concertacionista, como lo pidieron Soledad Alvear, al retirarse ésta, y Adolfo Zaldívar. Piñera sigue siendo visto como candidato de los ricos y de la derecha empresarial. No se ve por dónde podría llegar a los sectores populares, por ejemplo, a aquellos segmentos donde ha podido llegar la UDI.
5.- Parece que todo lo dicho no exagera y es realidad sólida. Falta ahora la campaña. A menos que sucedan hechos demasiado fuera del control de los actores, todos ellos se esforzarán al máximo. En ese caso, la posición de partida no se alteraría mucho.
6.- Pero no quiero pasar por encima del árbitro final, esto es, el ciudadano con derecho a voto. Él dirá la última palabra en Diciembre y, eventualmente, si llegara a haber segunda vuelta, en los primeros días de enero del 2006.

3 Comments:

At 7:11 p. m., Blogger Otto Boye said...

Estimado JMB:
Quizá por temperamto y, en parte, por experiencia, no tiendo a ver las cosas con tantas aprehensiones.
Sucede que estamos en un mal momento para juzgar la relación del PDC con sus aliados en la Concertación, pues hay una tensión inevitable debido a las negociaciones por los cupos parlamentarios. También le está pasando esto a la Derecha. Terminado ese "mal rato", forzado por el binominalismo de la Ley Electoral, la campaña puede distenderse a nivel presidencial (¡candidata única!) y en todas las circunscripciones donde los candidatos de la Concertación no compitan entre sí, sino con los que tienen al frente. Debieran jugarse juntos a doblar en todas partes, aunque eso sea utópico, pues eso los obligaría a sumar fuerzas entre ellos y no a restar.
La DC, aunque disminuya su votación, seguirá siendo gravitante en la Concertación y eso no podrá ser desconocido por los demás partidos.
El análisis del pasado tiene altibajos, porque todavía es demasiado reciente, pero no conozco dirigentes serios del socialismo "glorificando" los tres años de Allende. Hoy todos hacen balances con hechos positivos y negativos. Ninguno, que yo sepa, justifica todo lo hecho. Tengo abundantes experiencias al respecto, diría que desde pocos días después del golpe de Estado.
La DC no será tonto útil de nadie. Eso no lo resiste la militancia y eso lo saben nuestros aliados. En la segunda vuelta, si es que hay (hay análisis de derecha en la prensa derechista que dudan de que haya una segunda vuelta...), es difíci pensar en un éxodo DC hacia Piñera o Lavín. A lo más, algunos votarían en blanco, creo. Seguiré después....

 
At 12:20 a. m., Blogger Otto Boye said...

Interrumpí mi comentario por compromisos que me sacaron de este lugar cuando estaba a mitad de camino. ¡Perdón!
En realidad, por ahora sólo quiero agregar una cosa más: el peso de la DC depende de su unidad interna y su capacidad para interpretar y representar de verdad los intereses de los más pobres y de los sectores medios menos favorecidos. Defender, en suma, a los más débiles tiene que seguir siendo la vocación de la DC. ¡O se irá a pique, pues no nació y se desarrolló para colocarse al lado de los más poderosos y ricos! El tema es mucho más largo y complejo, por cierto, pero dejémoslo en este momento hasta ahí.

 
At 6:53 p. m., Blogger Otto Boye said...

Estimado JMB:
Gracias por tu comentario. Es muy útil para seguir profundizando estos temas.
Es verdad que cada uno opina desde su realidad y la distancia permite otras perspectivas. Desde la mía, la preocupación se centra en el PDC mismo. Su fuerza o su debilidad nacen de ahí. Cuando el partido ha estado fuerte ha sido hegemónico e incluso arrogante. Cuando se debilita se pierde la hegemonía a favor de los que estén más fuertes. Eso sucede siempre y no depende de "planes". En la Derecha, por ejemplo, la UDI será hegemónica mientras RN sea lo débil que es. La DC está a punto de dejar de ser primera fuerza individual dentro de la Concertación, por debilidades propias suyas. La última pugna Zaldívar-Alvear no fue menor y todavía se siente. La última encuesta CEP mostró a un PDC bajando del 17% al 11%. En esas condiciones el PPD pasará adelante, acompañado por un PS más chico y un PRSD aún menor.
Discrepar con los aliados es un derecho y un deber en los temas en que hay diferencias y no coloca a nadie más lejos o más cerca de ricos y pobres. Estoy de acuerdo con eso. Lo que digo es que el PDC, por vocación y fidelidad a su historia, debe situarse al servicio de los más débiles. Si otros lo hacen, mejor. Más fuerza a su favor acumulan los que por su mala situación la necesitan para salir adelante.
"Humanizar la globalización" o darle "cara humana", como tú dices, a un hecho tan cruel y frío hasta ahora para las grandes mayorías, me parece un excelente título para un gran programa que la DC podría sostener en Chile y en el mundo. En realidad, más que un título es una potente idea-fuerza. Una gran propuesta con ese fin podría abrirle de nuevo un merecido espacio.
Tú mencionas de paso otros temas (biogenética, matrimonios gay, etc.), no necesariamente vinculados a la pobreza. Conforme. No cabe duda de que también debemos fijar posiciones frente a ellos. Tampoco debemos ser profesionales de una lucha a favor de unos pobres a los que nunca sacamos de su condición. Ciertamente tenemos que ser capaces de elaborar e implementar políticas que acaben con ese mal. Eso es posible en el Chile actual y no poco se ha avanzado en esa dirección. Pero todavía queda un largo trecho por recorrer.
En suma, la DC debe recuperar sus energías volviendo a sus fuentes permanentes. Hoy está debilitada, porque ha extraviado algo su rumbo, dividida en facciones muy artificiales.

Democracia Cristiana
Concertación

 

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