lunes, julio 03, 2006

DROGAS, IMPUNIDAD Y SEGURIDAD CIUDADANA

En el diario El Mercurio de ayer domingo 2 de julio hay una información sobre una encuesta hecha por ese medio sobre el tema de la seguridad ciudadana. Casi al pasar, hay un párrafo que apuntaría a las causas de granh parte de los delitos que se están cometiendo en Chile todos los días. Dice: "La drogadicción y la sensación de impunidad son considerados factores que inciden en los actuales niveles de delincuencia."

No tengo la cifra a mano, pero entiendo que un altísimo porcentaje de los delitos de hurto y robo se comenten por drogadictos para comercializar lo obtenido y comprar droga con el producto de la venta. Ignoro si existirán estudios serios que midan la relación existente entre "sensación de impunidad" y "actuales niveles de delincuencia", pero tengo la sospecha de que la incidencia de este segundo factor resulta pequeña, cuando no insignificante, al lado del primero.

De confirmarse esto en investigaciones que saquen el tema de la mera percepción de opinión pública medida por la encuesta, ello significaría que atacando con más claridad el tema de la droga en Chile podría reducirse considerablemente el número de delitos que se cometen a diario. Por eso, me parecen interesantes las afirmaciones del gerente general de Fundación Paz Ciudadana, Gonzalo Vargas, quien, como se lee en El Mercurio, "basado en la experiencia internacional, estima que con los mismos recursos y las mismas leyes que hoy están vigentes en Chile, sí es posible bajar un 20% a 30% los índices de delincuencia en un plazo de entre 2 a 3 años."

Los diez programas de trabajo que propone la Fundación merecen atención y colocan precisamente en primer lugar el tema de la drogadicción. Los cito a continuación, porque son un buen aporte a la discusión seria -y no para la galería- de todo este tema: 1. Aumentar el acceso a tratamiento para drogadictos que delinquen. Preferentemente en medio libre. 2. Aumentar el control del ingreso de drogas en la frontera de Chile. 3. Atacar la comercialización de especies robadas. 4. Desarrollar una institucionalidad distinta para la aplicación de las penas alternativas de reclusión y de las medidas cautelares. 5. Acelerar el programa de construcción de cárceles. 6. Implementar programas integrales de prevención en las escuelas críticas, para problemas de consumo de drogas, violencia y deserción. 7. Desarrollar programas de fortalecimiento familiar en aquellas familias donde alguna persona haya sido detenida o condenada, con especial énfasis en los menores de edad inimputables. 8. Establecer instancias ejecutivas de coordinación entre el Ministerio Público, las dos policías (Carabineros e Investigaciones) y el Ministerio del Interior. 9. Establecer programas de transición post-penitenciaria que permitan mejorar la reinserción social. 10. Implementar la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil con las mejoras que proponga la comisión.

Este punteo requiere, por cierto, análisis cuidadoso y un desarrollo detallado de cada punto, pero tiene un sabor a humanismo que no tienen, en general, las tradicionales posiciones de los "halcones" de siempre (véanse, por ejemplo, las declaraciones iniciales de la nueva directiva de la UDI). Tienen también estas propuestas una concreción que suelen no tener las posiciones de las "palomas", que se quedan con frecuencia en un terreno de fines y se olvidan de señalar los medios para lograrlos. En suma, todo humanismo, para ser creíble debe mostrar caminos concretos que lo hagan realidad. En otras palabras, el humanismo concreto es la verdadera orientación a seguir. Y lo expuesto es un ejemplo de ello.