sábado, junio 03, 2006

EDUCACIÓN: "ES HORA DE SER CREATIVOS" (III)

La frase "es hora de ser creativos" fue escrita en el diario La Tercera por la historiadora Sofía Correa a raíz de lo que está sucediendo en la educación. Todo indica que eso es verdad y que también es urgente. Al involucrarse en el conflicto otros actores, como los padres y apoderados, los profesores y numerosas universidades, ha quedado de manifiesto que el malestar con el sistema educacional chileno era más profundo de lo imaginado y estaba más extendido de lo que muchos pensaban. La reacción de la Presidenta Bachelet frente al conflicto muestra la dimensión que éste alcanzó. Su inesperada aparición y los anuncios que hizo le dieron un vuelco a la situación, a pesar de que no haya puesto fin al conflicto. En efecto, al poner énfasis en los puntos estratégicos, asumió el compromiso de ir más al fondo del problema.
En este contexto pienso que, una vez resueltos los problemas de la llamada "agenda corta" (pase escolar, PSU y otros), el debate más profundo y trascendente va a comenzar recién ahora y no va a poder centrarse solamente en los problemas de gestión. En la "hora de ser creativos" va a ser necesario someter a examen la propia existencia de la escuela, así como esta herramienta es en la actualidad. Nadie parece hacerlo hasta ahora. Todos razonan buscando la mejor forma de organizar y desarrollar las escuelas. Nadie pone en duda su existencia. Sin embargo, hay algunas razones para comenzar a hacerlo ahora, antes de la aparición de una crisis catastrófica que en vez de sacarnos hacia adelante nos haga retroceder dramáticamente.
¿De qué se trata? De algo que estamos viviendo casi como si fuera un fenómeno natural y que, sin embargo, está cambiando todo en nuestra vida. Me refiero al fin de la era industrial y a la irrupción de la sociedad del conocimiento y de la información, de la automatización y la robótica, de la globalización acelerada. La escuela, tal como la tenemos hoy, nació en el marco de la revolución industrial y terminó adaptándose a sus necesidades y modalidades. Hasta copió el modelo de la fabricación en serie de productos, al convertirse en un sistema de formación -¡también en serie!- de seres humanos. Hoy estamos llegando al fin de la era industrial y debiera llegarse al fin de las escuelas creadas al amparo de su dinámica y de sus exigencias. Imaginar un sistema de reemplazo será el desafío.
¿Seremos capaces de dar ahora este salto cualitativo? ¿O seguiremos instalados en el viejo sistema, parchándolo hasta la saciedad, pero sin resolver la verdadera crisis? Las semanas y meses venideros lo dirán. En próximas reflexiones intentaré entregar más ideas en el marco de este enfoque.