martes, mayo 13, 2008

KEN WILBER: EL PENSADOR DE LO INTEGRAL (2)

Vale la pena darle la palabra a Ken Wilber sobre sí mismo. Para ello, encontré una ilustrativa respuesta suya, hecha a MYRIADES 1. En entrevista publicada en enero de 2008, el interrogador le pidió contar cómo había llegado a su planteamiento sobre lo integral y, en particular, sobre las experiencias vividas de joven que lo habrían marcado para intentar su planteamiento de una filosofía integral. Dijo entonces: "Empecé en el programa médico de la Duke University. La educación más aplicada en la época era la ciencia, el estudio objetivo de la realidad, en busca de datos y verdades objetivas. Medicina era más de lo mismo; trataba con seres humanos, pero sólo como objetos, como organismos observados objetiva y monológicamente. Es, básicamente, un enfoque de lo que podemos llamar mundo chato (flatland). Y de ninguna manera me contestaba las típicas preguntas que inquietan a un joven: cuál es el significado de la vida, por qué estoy aquí; qué es la verdad, lo bueno y la belleza. Ninguna de las materias que cursaba en el college tocaba siquiera remotamente estos interrogantes. Pero en esa época, fines de los sesenta, principio de los setenta, comienzan a llegar conocimientos de ciertas tradiciones orientales a Estados Unidos; y algunas lecturas de taoismo, budismo zen, hinduismo vedanta, y otras, tuvieron un impacto muy profundo en mi vida y en mi visión de las cosas."

Precisando más todavía respondió así:

–¿De qué modo lo afectaron las tradiciones orientales?

"Comencé a notar que el enfoque científico no era equivocado, simplemente parcial; sólo trataba con una parte de las potencialidades humanas. Y a mí me interesaba también la otra parte: lo interno, subjetivo, que incluye a la conciencia y a la espiritualidad. En ningún momento hubiera negado las verdades de la ciencia. Ni tampoco pensé alguna vez que tendría que elegir entre ciencia de lo exterior o el conocimiento interior; desde aquel entonces percibí la necesidad de ambas. Surgió entonces el interrogante: ¿cómo pueden encajar espiritualidad y materialismo? Desde ese momento busco un marco teórico coherente que pueda incluir todas estas perspectivas."

–¿Puede hablarnos de cómo surgen sus primeros escritos?

"Tenía veintitrés años, y me había cambiado de medicina a bioquímica porque quería investigar; hacer algo creativo. Ya había hecho mis estudios de grado, y tenía mi doctorado cursado, sólo me faltaba la investigación final. Estaba estudiando las principales formas de psicoterapia y espiritualidad; los principales modos de cambio humano, que implican llevar a una persona que es infeliz o tiene ansiedad o cualquier problema interno, a que sea feliz, se sane, se sienta liberada. Encontré seis o siete escuelas fundamentales de psicoterapia y práctica espiritual: desde budismo zen a la gestalt, pasando por Jung y los existencialistas. Y a los veintitrés finalmente desarrollé un marco teórico en el cual podían complementarse todas esas corrientes. Así fue que escribí mi primer libro: El espectro de la conciencia. Como bien sugiere el título, la idea es que los seres humanos no están hechos sólo de un nivel de conciencia, respecto del cual hay seis o siete enfoques que sostienen conocerlo negando a los demás. Todos esos enfoques están diciendo la verdad. Porque no son seis o siete enfoques que analizan el mismo nivel de conciencia. “El espectro” se refiere a que los seres humanos tienen un espectro de conciencia con niveles y estructuras. Las diversas perspectivas psicológicas, terapéuticas y espirituales se relacionaron con niveles diferentes. Si lo vemos de este modo, todas pueden estar en lo cierto, cada una trabajando en su propio nivel de conciencia; todas esencialmente correctas, pero parciales. El conocimiento y las experiencias personales relacionadas con esas tradiciones orientales me llevaron hacia esta dirección; especialmente las que trabajan con lo transpersonal, el misticismo, o estados espirituales de conciencia. Particularmente el budismo zen, que es una práctica muy poderosa de iluminación y despertar. La gran pregunta era cómo esa práctica podía relacionarse con el psicoanálisis."
¡Tenía veintitres años cuando escribió su primer libro! Hoy ya son 25 los publicados, desde 1972 hasta este momento. Sus obras se han traducido a 30 idiomas y su influencia crece. Seguiremos viendo aspectos de este autor próximamente.

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