sábado, junio 20, 2009

ELECTORADO CHILENO ES LENTO EN CAMBIAR DE OPINIÓN

Radomiro Tomic, después de Eduardo Frei Montalva, el líder con más impacto en la Democracia Cristiana chilena, hizo una vez, en una reunión a la que asistí, la siguiente observación: "El electorado chileno es tremendamente estable, casi estático, en sus posiciones. Toma mucho tiempo lograr cambios profundos en la opinión de sus componentes." Esta afirmación, que he recordado con frecuencia, se me grabó aún más, cuando años después estudié en Alemania con el profesor de la Universidad de Heidelberg, Dieter Nohlen, el experto en sistemas electorales más destacado de la Ciencia Política alemana y occidental. Más de una vez analizamos con él, junto a otros compañeros, la situación de Chile. Allí surgió precisamente el mismo patrón de conducta de un electorado que cambia muy lentamente en sus opiniones. Uno de los ejemplos que se daban se refería precisamente a la DC, la cual, entre otras fuerzas, experimentó durante su larga etapa de crecimiento. En efecto, desde su nacimiento en 1935, hasta 20 años después, no logró penetrar en más de un 3 a 4% del electorado, obteniendo una representación parlamentaria de tres a cuatro diputados y de un senador a partir de 1949, Frei, y un segundo, pocos años después, Tomic. Su crecimiento más rápido se produjo a partir de 1956, montado en la ola de la paciente siembra, del liderazgo de Frei y de la convergencia cultural y política de fuerzas que terminaron, en 1957, creando el Partido Demócrata Cristiano, el PDC. El recuerdo de este fenómeno viene al caso con lo que acaba de suceder en Chile con una encuesta, la del CEP. Por obra de una campaña mediática potente, orquestada en particular desde la derecha, se quiso hacer creer a medio mundo que la irrupción en la arena presidencial del diputado Marco Enríquez-Ominami podría romper el esquema central de la competencia presidencial y, sobre todo, dejar casi fuera de la cancha al abanderado de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz-Tagle. La encuesta CEP, que goza de gran credibilidad en la derecha, acaba de derrumbar estas especulaciones justamente entre los más interesados en haberlas visto confirmadas. Lo mostrado por la encuesta se encuadra dentro de lo que hemos visto. El electorado sigue apoyando mayoritariamente a la Concertación, su candidato tiene un piso del 40%, mientras Piñera tiene, pero como techo del que no sale, un porcentaje similar. Frei puede subir con relativa facilidad unos cuantos puntos más, mientras Piñera parece no estar en la mismas condiciones. Aunque la batalla será de todos modos estrecha, esta encuesta ha dejado en claro que, como dijo un analista político (Patricio Navia en el diario La Tercera), la Concertación es más "dura de matar" de lo que se creía, y que su candidato puede conquistar el quinto gobierno consecutivo para ella. Mientras tanto, la estrella del momento, el joven diputado aspirante a la Presidencia, queda con un 13 a 15% muy lejos de los máximos competidores. Ya hace unos años, otro cadidato, Francisco Javier Errázuriz, conocido con el apodo de "Fra-Fra", llegó a tener la misma presencia electoral y, pese a ello, no le sirvió de mucho. Después de su rutilante aparición en el escenario, rápidamente desapareció del cuadro político. O sea, nada nuevo bajo el sol. El cuadro se ha decantado.

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viernes, junio 19, 2009

PANORAMA SE DECANTA EN PRESIDENCIALES CHILENAS

Tal como podía preverse, a seis meses de las próximas elecciones presidenciales en Chile, el panorama tenía que decantarse. La esperada encuesta CEP, dada a conocer el jueves recién pasado, logra ampliamente el objetivo. Hay dos candidatos fuertes en disputa, el ex Presidente y actual senador Eduardo Frei Ruiz-Tagle y el ex senador Sebastián Piñera Echeñique, y sólo uno más que supera el 10% de apoyo (llega al 13%), pero que no tiene posibilidad alguna de ser elegido, el diputado Marco Enríquez-Ominami. Los otros candidatos, el ex ministro Jorge Arrate y los senadores Alejandro Navarro y Adolfo Zaldívar no superan cada uno el 1% de los votos y quedan, desde ahora, virtualmente fuera de la contienda. Con ese apoyo ni siquiera tendrán poder negociador, ni representación parlamentaria alguna.

Los resultados de esta encuesta, aparte de producir el decantamiento aludido, que parece inapelable, son, a la vez, un balde de agua helada para Sebastián Piñera. El declinamiento de su candidatura se veía venir y ya varias encuestas habían comenzado a registrar el fenómeno, pero esta encuesta, señalada por toda la derecha como la más confiable, ha mostrado este fenómeno más allá de toda duda. Más adelante deberá ser estudiado este hecho, porque se parece a lo sucedido a Lavín en la última elección. ¿Exceso de exposición en ambos casos? Es una posibilidad, aunque se requiera sin duda más análisis.

En la candidatura de Frei existía la inquieta curiosidad de conocer el verdadero alcance del impacto mediático logrado por la candidatura del diputado Enríquez-Ominami. Se temía que operara el “efecto Catapilco”, del que hablé en mi post anterior. La derecha, al inflar su figura, quería lograr un claro retroceso de Frei, de modo que quedara con el diputado pisándole los talones, tratando de que se proyectase la imagen de que incluso pudiese pasar él y no Frei a la segunda vuelta. Todo este esquema se desmoronó con la encuesta y ahora la competencia se ha ordenado, quedando reducida, en la práctica a Frei y Piñera. Si esta tendencia se mantiene, el ganador final debería ser el ex Presidente, pues tiene más posibilidades de ampliar su base de apoyo. De hecho, en una segunda vuelta son más los votantes de Enríquez-Ominami que se inclinarán por Frei que los que votarán por Piñera. Esto sin olvidar que los votantes por los otros candidatos (Arrate, Navarro y Zaldivar), en su gran mayoría, seguirán también ese mismo camino.

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miércoles, junio 10, 2009

CHILE: EL EFECTO "CATAPILCO" EN LA LUCHA PRESIDENCIAL

La política chilena tiene sus propios códigos, nacidos en el marco de su historia. "Caupolicanazo" o "naranjazo", por ejemplo, son alusiones muy precisas que hablan de ellos. Hoy, con la irrupción a la campaña presidencial del joven diputado Marco Enríquez-Ominami, estamos viviendo una nueva edición del conocido efecto "catapilco", otro producto nacional de claro significado. Dicho efecto surgió en las elecciones presidenciales de 1958, cuando Jorge Alessandri Rodríguez le ganó a Salvador Allende por un margen de 30.000 votos. Con 40.000 votos más, Allende habría ganado en 1958 y no en 1970. Lo curioso estuvo en la figura pintoresca del llamado "Cura de Catapilco" (se llamaba Antonio Zamorano Vásquez), que emergió en la campaña como candidato presidencial a disputarle el electorado a Allende. Al contarse los votos, el mentado personaje sacó 40.000 votos, precisamente los que le faltaron a Allende. Con el tiempo se supo, a través de esas confesiones al oído que siempre existen, que esta candidatura había sido levantada y hasta financiada por la derecha que apoyaba a Alessandri. No quiero alargarme más, pero invito a los lectores a mirar la prensa de derecha, sobre todo a la cadena "El Mercurio" y al diario "La Tercera" y admirar la sincronía con la que están estimulando el ego, que es a ojos vista enorme, del joven candidato, a fin de que presente su candidatura y le quite votos a Frei, favoreciendo así la candidatura derechista de Piñera. ¡Es sencillamante impresionante hacer este ejercicio! ¡Es el efecto "catapilco" en su última versión! Más moderno, pero igualmente peligroso y poco ético. 

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